Tengo amores que me llaman Tía, Teresa, Tere, Titi, Titere y Titi Tere. Es melodía para mis oídos cuando me llaman mis sobrinos y sobrinos-nietos, cada uno a su estilo. Cada uno me ha mimado y acompañado en las alegrías y las pena.
La primera vez que fui tía tenía 14 años y desde entonces me tienen flechada. ¡Qué mucho hemos disfrutado y qué mucho les amo!
Una de las anécdotas que me hace reír, cada vez que la recuerdo, es de cuando me he quedado cuidando a alguno de ellos en el hospital. Yo le decía: “Déjame un lado para dormir contigo en la cama”. En la madrugada, la enfermera me tenía que jamaquear para sacarme de la cama y me decía: “Mamá, despierta”. Yo no respondía, pues yo soy Titi Tere.
El amor de mis sobrinos es espectacular. ¡Qué gran regalo me han dado mis hermanos!
¿Cómo te llaman tus sobrinos?
Hasta mañana,
Tere Montes